ESPAÑA DIRECTO/ Inzia con questa simpatica riflessione sul Messenger la rubrica di RayJaKen. Per sbirciare nella vita dei giovani spagnoli. Nella loro lingua ovviamente...
La jungla salvaje en tu ordenador
¿Hola, qué tal? … Eso son palabras que pasarán a la historia. Ahora ya no se llevan, ahora lo que se lleva es decir (o mejor aún, escribir) un apocopado ¿tas?.
Sí, me estoy refiriendo al famoso Messenger, archiconocido programa que nos permite ¿comunicarnos? con ¿personas? a través del ordenador. Para entender mejor cómo ha surgido este software, y las principales ventajas que nos ofrece, debemos remontarnos unos años atrás (basta con cinco años).
En aquella época, no existía otra cosa que el famoso chat. No, no es lo mismo. No es lo mismo un chat que el messenger. La idea original era crear salas virtuales, donde un montón de gente que no se conoce de nada en principio, pudiera charlar sobre temas de interés (oséase, política, historia, sexo, más sexo, algo más de sexo), con el punto de ventaja que nos brinda el hecho de encontrarnos en el más absoluto anonimato.
Quién no ha oido decir nunca: Sí sí, Fulanito conoció a Menganita por el CHAT, y son pareja desde entonces… Eso resume bastante bien la principal diferencia entre chat y Messenger. En el chat conoces a la gente con la que hablas, pero en el Messenger hablas con gente a la que conoces. En aquellas antiguas reuniones en las salas de chats, era fácil ver cómo 20 ó 30 personas estaban discutiendo sobre, por ejemplo, terrorismo, botellón, o SIDA. Pero ahora han cambiado las tornas. Ahora es todo diferente. Ahora es la época Messenger: yo hablo sólo con quien quiero (y hablo poquito, todo hay que decirlo), y de una forma más privada. Sí, ya sé, en los chats también existían conversaciones privadas, pero todo el mundo sabía que estabas ahí.
Ahora, sin embargo, sólo pueden contactar contigo unos cuantos elegidos a los que le diste tu dirección.
Pero, como en todo ecosistema (sí, ecosistema), en el Messenger también te puedes encontrar sin saberlo con diferente tipo de fauna.
Tenemos el modelo: Hola, ¿qué tal?, ¿¿tienes foto??, ¿me pones la webcam?, ¿te apetece ciber-sexo?, que por cierto es uno de los más abundantes, y por cierto es mayoritariamente de sexo masculino, y en muchos casos, no preguntan si uno es hombre o mujer, no hacen ascos a nada. Este tipo de fauna suele morir, condenado a NO ADMISIÓN, que es un tipo de veto que nos permite usar el MSN, cuando hemos admitido a algún indeseable en nuestra lista. Pero no hay que culpar a estos sujetos, más bien la culpa es nuestra por dejarles entrar.
Otro tipo de individuo es el: Hola… no saludes eh… Pues adiós. Si decidimos introducir una variante en esa conversación, por ejemplo saludando, podemos llegar a situaciones tan absurdas como: - Hola… no saludes eh… – ¡Holaa no te había visto! Ah guay, o sea que pasas de mí, pues adiós. Estos personajes no suelen ser condenados como los anteriores, sino que más bien se inmolan un día, diciendo: Bueno, como veo que nunca me vas a hablar, te pongo en no admisión, olvídame. Pues mira, casi mejor así.
Por último, el tercer y más divertido grupo de personas, son los smilers, sí, son quienes pueden mantener (o eso creen ellos) una conversación de tres cuartos de hora a base de poner caras como sonrisas, guiños, llantos, etc. Pueden llegar a ser bastante estresantes, pero como tampoco dicen nada, pues ahí se quedan.
En definitiva amigos, el Messenger es como una jungla salvaje, hay que tener cuidado con quién andas, dónde te metes y qué haces. Un consejo: viajad poco a las junglas salvajes, siempre es mucho más gratificante una charla cara a cara. Al menos, hasta que los ordenadores tengan sentimientos…